CONOCE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
Centro EDACE

La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca al propio organismo. Se detecta en adultos jóvenes y afecta más las mujeres.
El sistema inmune ataca por error a la mielina que recubre las células nerviosas al experimentarse una inflamación de los tejidos del cerebro y de la médula espinal. La pérdida de mielina en ocasiones genera cicatrices (escleroisis) y hace que la comunicación entre células sea defectuosa generando discapacidad en diferentes grados diferente en cada persona.
En la enfermedad de la Esclerosis Múltiple, en términos generales, se habla de 4 tipos:
- FORMA REMITENTE-RECURRENTE (EMRR)
Tipo más frecuente y afecta a más del 80% de las personas con EM. En las fases iniciales puede no haber síntomas, a veces incluso durante varios años. Tiene brotes imprevisibles y pueden aparecer síntomas en cualquier momento que duran algunos días o semanas y luego desaparecen de nuevo.
- FORMA PROGRESIVA SECUNDARIA (EMSP)
Cuando el grado de discapacidad persiste y/o empeora entre brotes. Puede aparecer después de una fase recurrente-remitente del proceso y se considera una forma avanzada de la EM. Esto se da tras un período de tiempo que depende de la edad de inicio y que suele ocurrir entre los 35 y los 45 años. La EMSP se caracteriza por una progresión continua con o sin recidivas ocasionales, remisiones poco importantes y fases de estabilidad.
- FORMA PROGRESIVA PRIMARIA (EMPP)
Menos frecuente y sólo afecta al 10% de todos los pacientes con EM. Se caracteriza por la ausencia de brotes definidos, pero hay un comienzo lento y un empeoramiento constante de los síntomas sin un periodo intermedio de remisión.
- FORMA PROGRESIVA RECIDIVANTE (EMPR)
Es una forma atípica, en la que hay progresión desde el comienzo, pero a diferencia de los pacientes con EMPP, éstos muestran brotes agudos claros, con o sin recuperación completa. Los períodos entre brotes se caracterizan por una progresión contínua.
- Síntomas:
- Fatiga (general y debilitante)
- Trastornos visuales (visión borrosa, visión doble, neuritis, otras …)
- Problemas motores de equilibrio y coordinación (problemas movilidad, perdida equilibrio y falta de coordinación, temblores, ataxia, vértigos y mareos, torpeza en una de las extremidades,, debilidad sobre todo piernas)
- Espasticidad (contracciones involuntarias y rigidez)
- Alteración en la sensibilidad (cosquilleo, entumecimiento, dolor muscular, sensibilidad al calor, entre otras…)
- Trastorno en el habla (habla lenta, palabras arrastradas, cambios de ritmo del habla)
- Problemas de vejiga e intestinal (micciones frecuentes y/o urgentes, vaciamiento incompleto, estreñimiento, falta de control de esfínteres…)
- Problemas de sexualidad e intimidad (impotencia, disminución de la excitación, pérdida de sensación)
- Trastornos cognitivos y emocionales (problemas de memoria a corto plazo, trastornos de la concentración, discernimiento y/o razonamiento, alteración estado de ánimo)
- Abordaje desde la terapia ocupacional:
Generalmente, los pacientes con EM son derivados a TO por la aparición de fatiga y la alteración en extremidades superiores (debilidad, coordinación, sensibilidad y espasticidad), comentados anteriormente, cuando estos producen una limitación en la ejecución y/o en el rendimiento de las actividades de la vida diaria.
- Entrenamiento en actividades de la vida diaria.
- Aumentar/mantener el rango articular, fuerza y resistencia.
- Mejorar la destreza manual y la coordinación.
- Optimizar las capacidades sensoriales y sensitivas.
- Mejorar y/o mantener funciones cognitivas.
- Disminuir el impacto de la fatiga para mejorar la calidad de vida.
- Valorar, asesorar y entrenar en el uso de productos de apoyo.
- Asesorar sobre adaptaciones del entorno (domicilio, trabajo, vehículos, etc.).
- Adaptación del hogar y del puesto de trabajo.
- Abordaje desde la fisioterapia:
Desde la fisioterapia se va a motivar, incentivar y realizar tratamiento con objetivo de:
- Reeducar y mantener todo el control voluntario posible
- Reeducar y mantener los mecanismos posturales normales.
- Favorecer y mantener el correcto movimiento articular y tejidos blandos.
- Enseñar al paciente y/o familia procedimientos de estiramientos adecuados para prevenir las contracturas.
- Ofrecer consejo sobre cómo utilizar la energía, para evitar la fatiga.
- Evitar el uso de movimientos complejos que son ineficientes y agotadores.
- Estimular toda experiencia sensitiva y perceptual así como mantener la experiencia del movimiento normal.
- Favorecer y trabajar el equilibrio y la coordinación, para evitar caídas
- Reeducación de la marcha
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