Un crecimiento y desarrollo importante del bebé ocurre durante el embarazo, sobre todo en los últimos meses y semanas. Debido a que nacen muy pronto, los prematuros pesan mucho menos que los bebés que completaron su gestación. Pueden tener problemas de salud ya que sus órganos no tuvieron el tiempo suficiente para desarrollarse. Algunos bebés prematuros pueden tener:
El retraso madurativo es un diagnóstico que algunos niños reciben entre los 2 y los 6 años cuando el desarrollo del niño sigue su curso normalizado pero cronológicamente va con retraso.
Esto puede afectar a varias áreas del desarrollo, como son, la motricidad, el lenguaje, la comunicación y el desarrollo cognitivo.
Si afectan a un área, por ejemplo el lenguaje, se debería hablar mejor de retraso del lenguaje.
La parálisis cerebral es un grupo de trastornos que afectan el movimiento y el tono muscular o la postura. Se produce por el daño en el cerebro inmaduro a medida que se desarrolla, con mayor frecuencia antes del nacimiento.
Los signos y síntomas aparecen durante la infancia o los años preescolares. En general, la parálisis cerebral causa deterioro del movimiento asociado con reflejos anormales, distensión o rigidez de las extremidades y el tronco, postura anormal, movimientos involuntarios, marcha inestable o alguna combinación de estos.
Los trastornos motores se acompañan frecuentemente de alteraciones sensoriales, perceptivas, cognitivas, de la comunicación, epilepsia y/o problemas musculoesqueléticos secundarios.
Otras alteraciones de la Parálisis Cerebral Infantil o PCI son:
Estas enfermedades pueden clasificarse en función de su origen: hereditarias o adquiridas. Las primeras tienen su origen en el código genético del bebé, mientras que las enfermedades neuromusculares pediátricas adquiridas son causadas por un factor externo como un virus.
Así pues, para responder a la duda cuales son las enfermedades neuromusculares asociadas a los niños, te proporcionamos un listado con las patologías más comunes:
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
• Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
• Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Se trata de un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos.
Es fundamental para el diagnóstico de TDAH evaluar que estos síntomas nucleares que hemos comentado (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad) se presenten:
Algunas de son:
Algunos de los posibles problemas cognitivos incluyen:
En el desarrollo normal del niño, el niño va adquiriendo de manera natural los hitos de autonomía en actividades como comer, vestirse, asearse…que son acordes al desarrollo de las habilidades cognitivas, motoras y de comunicación.
En algunos casos, se observa un retraso en la adquisición de esta autonomía. Este retraso se hace especialmente relevante cuando comienza la etapa escolar, ya que el entorno les demanda mayor independencia.
El retraso se puede deber a varios factores: retraso en habilidades subyacentes a esta autonomía (habilidades motoras, cognitivas y de comunicación), dificultad en la adquisición de hábitos, problemas con una base en el Sistema Nervioso Central (alteración del tono, dispraxias…) ausencia de un entorno adaptado a las necesidades…
Algunas de las dificultades son:
Algunas de las alteraciones respiratorias son:
Algunas de las alteraciones traumatológicas son:
El cólico del primer trimestre se caracteriza por episodios de un llanto agudo que parece inexplicable y que altera a un niño que por lo demás parece sano, saludable y tranquilo durante el resto del tiempo. El cólico se inicia generalmente después de las tomas, aunque puede suceder a cualquier hora sin relación con ellas. Es más frecuente durante la tarde o noche y puede durar más de 2 horas.
La fisioterapia en niños que han sufrido una patología oncológica tiene como objetivo principal preservar y estimular los sistemas de movimiento para volver a alcanzar un grado de funcionalidad óptimo. También resulta clave la prevención y el tratamiento de las secuelas derivadas del proceso oncológico.
Dependiendo del tipo de proceso tumoral, las secuelas pueden ser diversas., siendo las más habituales:
En estos casos, el fisioterapeuta pediátrico, a través de técnicas específicas y lúdicas, será el responsable de recuperar el déficit motor ocasionado por los tratamientos, así como paliar el dolor y aliviar la sensación de fatiga